Como ya os conté hace un tiempo, en Enero decidimos adquirir un perro Golden Retriever, de cuya raza estamos enamorados hace años. Desde hace mucho tiempo teníamos claro que queríamos un perro de esta raza, ya que tanto T como yo hemos tenido siempre perros, y pensábamos que esta raza cumplía todas las características que buscabamos, dentro de lo que podíamos ofrecerle.
Unos meses después de que Unai entrara en nuestras vidas, tengo que decir que el balance es totalmente positivo. Aún sigue siendo un cachorro, pero desde luego la experiencia no puede ser más positiva hasta el momento. Sobre todo cuando viene a despertarnos cada mañana o cuando se queda dormido con su cabeza apoyada encima de mi brazo, como un angelito.
Ya que Marta, de
http://heperdidomisgafas.blogspot.com/ me sugirió que hablara de las aventuras de "Mr. Guau", voy a contaros las conclusiones a las que he llegado en este tiempo desde que lo tenemos.
1.- El mundo perruno es muuuuuuy amplio. Como todos sabéis, la adquisición de un perro crea una serie de responsabilidades entre las que se encuentra sacarlo a pasear varias veces al día. Lo primero que me sorprendió el primer día que sacamos a Unai a la calle, es que llegamos a un parque cercano, y comprobamos que había un grupo de amigos conversando cada uno con su perro. Me pareció curioso, pero lo cierto, no es que fueran un grupo de amigos que decidieron comprar un perro todos a la vez, sino que ese grupo de amigos se ha creado a raíz de que los dueños de los perros los saquen a pasear. (De esto me he dado cuenta, tras unas cuantas visitas al parque, pero la primera impresión fue la de un grupo de amigos que deciden comprar todos a la vez un perro. Ya sabéis, ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?).
2.- Con un cachorro, toooooooodo el mundo te para por la calle para saludar al perro, hacerle caricias y darle recompensas (O sea que amigas solteras: ¡aprovechad que se liga mucho!). Bueno, no sé si con todos los cachorros pasará lo mismo, pero la verdad es que con el mio no podemos dar dos pasos sin que alguien nos pare para saludar al perro, jajaja. No es que me importe, por supuesto, al revés, lo único malo de esto es que mi perro está un poco creído, y está acostumbrado a que todo el mundo le haga "gracias", (lo que viene a llamarse "daños colaterales" de ser un cachorrito de Golden, vamos), jajaja.
3.- Como consecuencia del punto 2, mi perro adora a las chicas jovenes y guapas, y si son rubias, ¡mejor! La verdad es que es curioso, pero como todas las niñas jovenes se paran a saludarlo y decirnos lo guapo que es, ahora el perro cuando ve a una chica joven que no le dice nada, se sienta en frente de ella, y la mira, hasta que consigue llamar la atención de la chica, y hasta que no le dice nada, el tío ¡no se mueve! (y como ya pesa unos cuantos kilitos, y subiendo, no hay quien pueda con él, claro). Vamos, que mi perro es un listillo, al que le gusta ligar con las rubias. (T jura y perjura que él no le ha enseñado nada, pero no sé si creerle... jajaja)
4.- Existe un universo paralelo en el mundo perruno, en el que se pueden adquirir miiiiiiles de cosas para perros. Nunca pensé que el mundo perruno podía dar para tanto. Personalmente, pienso que mi perro no necesita ningún tipo de vestido para salir a la calle. Su pelo es largo y frondoso, así que no creo que le compre nunca ningún vestido de estos que os comento, pero si es cierto que hay mil y un modelos, sobre todo para perros de raza pequeña. Vamos, que he encontrado hasta ¡zapatos! (No sé yo si estarán superincomodos con eso los pobres perros, pero en fin).
Alguna de las tiendas que he encontrado por internet sobre el mundo de la moda para perros son alucinantes. En concreto, hay una tienda italiana de collares para perro que me dejó alucinada al comprobar la calidad de los productos que ofrece, lo cual quiere decir que hay un gran mercado en este ámbito perruno, (y que la gente es capaz de gastarse muuuucha pasta). Es esta:
http://www.malucchi.it/5.- Después de unos meses sacando al perro y conociendo gente con perros, puedo decir que he hecho una especie de estudio en cuanto a los nombres, y a grandes rasgos se puede concluir que:
- Los perros de raza pequeña suelen tener nombres de perro típicos (tipo toby, sunny, chispa, canela, luna, jacko, etc)
- Los perros de raza grande suelen tener nombres de perro tradicionales, o nombres de personas, como nosotros. Entre los "amigos" caninos de Unai están: Gaspar, Marta, Noa, Hugo o Pepe.
He de decir que a mí, personalmente me gustan más los nombres de humanos que los nombres de perro, de hecho, a lo largo de mi vida ya he tenido perros con nombres como Manolo, o Kika, así que esta vez no iba a ser menos, jajaja.
6.- El perro al final hará lo que tú le enseñes que puede, o no puede hacer. Bueno, eso a grandes rasgos, porque como en todo, imagino que habrá perros para todos los gustos, pero por esta última experiencia creo que a grandes rasgos es así. Nosotros hemos tenido siempre claro que el perro, es un perro. Que si, que lo queremos mucho y que estamos pendientes de él en todo momento, pero una cosa es mimarlo y otra no educarlo. Es difícil, no lo voy a negar, porque los tíos son listos y te hacen chantaje emocional poniéndote carita de cordero degollado para conseguir lo que quieren, peeeero, no hay que dejarse vencer por las carantoñas, jajaja. Si no flojeas, el perro aprende lo que le dejas y no le dejas hacer.
7.- Cosas básicas (a mi modesto entender, ya que no soy una experta) para una convivencia perfecta con un cachorro.
- No dejarle nunca subirse a la cama o al sofá. Si, sé que cuando son tan pequeños, y tan monos, a veces nos tientan cuando nos ponen cara de corderitos, peeeero, hay que ser fuerte y no decaer, sobre todo con un perro grande, ya que en mi caso, si le hubiera dejado subir al sofá cuando tenía dos meses, ahora que tiene 6 y pesa 23 kilazos, o cuando llegue a los 35 kilazos cuando sea adulto, a ver quién es el guapo que tira del sofá al perro. En ese caso, más bien te tienes que ir tu del sofá porque ocuparía todo el espacio el perro, jajaja.
- No darle NUNCA comida que no sea su pienso. Por varias razones, entre ellas, que no le siente mal y termine con diarrea (francamente, experiencia nada agradable). Y además, el pienso del perro tiene todo lo que necesita sin necesidad de añadirle nada más.
- Que el perro aprenda que primero comen los humanos, y después, el. En mi casa lo hacemos así, y como no le damos nada de comida humana, el perro sabe que no nos tiene que pedir comida mientras nosotros comemos (esto es otra razón importante para no darle nada más que pienso), y espera pacientemente hasta que acabamos de comer sin molestar.
- No dejarle morder los muebles o nada que no le dejemos. Para ello, nosotros compramos un juguete tipo nudo, por recomendación de una buena amiga, y cada vez que intentaba morder algo que no debía, le decíamos "no" de manera enérgica, y se lo cambiábamos por el juguete. En pocas repeticiones, el perro aprendió que los muebles no eran juguetes, y se limita a morder solo lo que le dejamos morder. Bueno, ahora ya, ni eso, porque ya ha cambiado todos los dientes y muelas.
- El perro necesita su ración de juegos diaria. Hemos comprobado, que cuando el perro no juega con nosotros o con otros perros en el parque, llega a casa acelerado, se pone pesado, y reclama su ración de juegos. Y eso, da igual que sea a las 2 de la mañana, que si no ha jugado, el pide su ración de juegos.
- Los perros de raza pequeña ladran más que los de raza grande. Esto es una opinión totalmente subjetiva, pero donde vivo hay un perro pequeño, y el mio. El portero siempre me dice que no puede acercarse a la casa del vecino sin que el perro le ladre sin parar. En cambio Unai, solo ladra, cuando tiene que alertar de algo.
Bueno, estas son a grandes rasgos las conclusiones a las que llego después de los primeros meses con el perro. No quiere decir que mis normas ni mis conclusiones sean concluyentes, solo son a las que he llegado, y las normas que he aplicado hasta el momento. Si alguien me quiere contar como lo hacen ellos, estaré encantada de conocer otras opiniones y puntos de vista sobre el mundo perruno.