Acabo de leer una noticia que me deja indignada. Nadya Suleman ahora se arrepiente de haber tenido tantos hijos, porque entre otras cosas, no los puede mantener.
Por si no os acordáis, esta individua es la americana que decidió traer al mundo a octillizos, a través de una FIV. Según tengo entendido, le transfirieron doce embriones, de los que siguieron adelante ocho, y ella decidió seguir adelante con el embarazo, desoyendo los consejos médicos, las complicaciones a las que se arriesgaba, y el sentido común.
Al medico que le realizó la Fecundación le retiraron la licencia (no me extraña), pero a ella nadie se ha preocupado de hacerle, como mínimo, un estudio psicológico, teniendo en cuenta que es una mujer obsesionada con Angelina Jolie que se ha operado hasta la saciedad para parecerse a ella, y que además, ya contaba con seis hijos más previamente.
Me deja alucinada la inconsciencia de esta persona, la nula profesionalidad de los servicios médicos que permiten tal inconsciencia, y la dejadez de las instituciones para meterle mano al asunto.
A mayor abundamiento, señalar, que la individua no trabaja, no tiene pareja, y vive sola, y por supuesto no parece que tenga intención de ponerse a trabajar para sacar adelante a su familia. Los planes de esta señora pasaban por hacer un reality de los primeros años de vida de los niños, (con independencia del dineral que ya cobró por las exclusivas contando su caso, y dinero del que no le queda nada). Pero resulta que han emitido un programa piloto, y su historia, no ha tenido el tirón que ella esperaba, por lo que no siguen adelante con el programa. También ha escrito un libro pero tampoco ha conseguido que ninguna casa editorial lo publique.
Y yo me pregunto, ¿de verdad esta señora pensaba que iba a vivir del aire? ¿de las ayudas estatales?¿de la televisión? Al parecer ha perdido hasta la casa donde vivía, y no puede hacer frente ni económica ni emocionalmente a la situación.
Dice que se arrepiente de haberlos tenido, y según aparece en una entrevista, dice que detesta su vida. De la entrevista se desprenden frases como esta: "Odio a mis bebés. Me molestan". Está tan sobrepasada por la situación, que asegura que "La única manera de hacer frente a todo es encerrarme en el baño y llorar (...) A veces me siento allí durante horas e, incluso, como en el suelo del inodoro. Cualquier cosa para conseguir paz y tranquilidad".
¿De verdad se puede permitir esto? ¿Tenemos que comulgar con una sociedad en la que hay miles de facilidades para abortar voluntariamente, y existen países donde no se tiene control sobre el número máximo de embriones transferidos, (con las consecuencias que estamos viendo), y sin embargo para adoptar hay miles de trabas? Y ya no hablamos de las limitaciones a las que nos vemos sometidos los que tenemos que pasar por tratamientos de fertilidad. (Solo tenemos tres oportunidades para intentarlo, y eso en el caso de que respondas bien a la medicación, porque si no respondes como ellos esperan, directamente te desahucian. Tampoco cubre la Seguridad Social la ovodonación en caso de ser necesaria, y por supuesto hasta que no has sufrido dos abortos, no te hacen pruebas para determinar que ha pasado y que problema tienes).
Me parece indignante que para traer (o intentar) traer una vida al mundo, todo sean limitaciones, y luego para abortar, o para DEScuidar a esos niños indefensos, a todo el mundo se le de el "carnet de padre" y no existan formulas para controlar la situación. ¿De verdad estamos del lado de la vida? Porque parece todo lo contrario...